Un sistema de posicionamiento global (GPS) es un conjunto de elementos que interactúan entre si para dar la posición en tiempo real de un dispositivo. Al este dispositivo que se encarga de recibir la información y transmitirlo a un servidor para mostrarlo en la pantalla se le suele llamar GPS, siendo este solamente el receptor y no el GPS en sí.
Un GPS está compuesto por tres elementos: los satélites en órbita alrededor de la tierra, las estaciones terrestres de seguimiento y control y los receptores GPS propiedad de los usuarios. Desde el espacio los satélites del GPS transmiten señales que reciben e identifican por separado sus coordenadas tridimensionales de latitud, longitud y altitud, así como la hora local precisa.
Hoy están al alcance de todos los pequeños receptores portátiles de GPS. Y en los sistemas de transporte alrededor de l mundo se trata de una herramienta imprescindible ya que sirve de apoyo para la navegación aérea, terrestre y marítima. Un ejemplo es en las operaciones de rescate, ayuda o socorro en medio de desastres naturales que dependen del GPS para la localización y la coordinación para salvar vidas. Actividades cotidianas como, operaciones bancarias, telefonía móvil, en incluso las redes de distribución eléctrica, ganan exactitud gracias a la precisión cronométrica que proporciona el GPS.
La utilización del GPS para localizar envíos y predecir el movimiento de la carga ha revolucionado el mundo de la logística con una aplicación conocida como “entrega en tiempo definido”. Con la “entrega en tiempo definido, las compañías de transporte por carretera utilizan el GPS para garantizar que las entregas y recogidas se hagan al tiempo prometido, independientemente de que se trate de distancias cortas o de distintos usos horarios. Cuando se recibe el encargo, un despachador oprime una función del ordenador y aparece en pantalla un listado de camiones con información precisa de la posición exacta de todos. Si un camión lleva retraso o se desvía envía una señal de alarma directamente al despachador.
El GPS es un elemento esencial en el uso de sistemas inteligentes de transporte (ITS). Los ITS abarcan una amplia gana de tecnologías electrónicas y de información basada en comunicaciones. Se están llevando acabo investigaciones en la esfera de sistemas avanzados de asistencia a los conductores, que incluyen sistemas para evitar choques causados por salidas de la carretera o cambios de senda. Estos sistemas deben poder estimar la posición de un vehículo en relación con la senda y el borde de la carretera con una precisión de 10 centímetros.
Gracias a la modernización continua de los GPS cabe esperar mejoras en los sistemas de prevención de colisiones, llamadas en casos de necesidad y notificaciones de la posición, mapas electrónicos y orientación de vehículos con instrucciones audibles.